TRANSPARENCIA EN ARAGÓN

Somos un conjunto de Asociaciones que defendemos el uso de Códigos de Buen Gobierno y Ética Social, todo ello a favor de la mayor transparencia posible en los organismos, instituciones, empresas y demás entidades.

martes, 1 de junio de 2010

EN TIEMPOS DE ADVERSIDAD, YO SOY OPTIMISTA

César Ciriano Vela
Presidente de Fundiniciativas. Abogado.

Cuando el Presidente Obama pronunció su histórico discurso en la Convención Demócrata de Boston en 2004, para arropar al candidato John Kerry, afirmó que Estados Unidos y el mundo tienen hoy solución, pero son necesarias soluciones valientes y decididas, y en la Convención que le eligió candidato, en agosto de 2008 en Denver, volvió a repetir las mismas palabras.

El lema obamiano era Hope is not Blind Optimism, que viene a significar en castellano “tener esperanza no significa ser ingenuo”.

Esta máxima considero que es la que debe guiar en el mundo a todos los gobiernos y a todos los ciudadanos en su acción cotidiana y en todos los planes que se pongan en marcha contra la actual crisis: debemos ser optimistas, pero al mismo tiempo realistas y pisar sobre terreno firme.

Por eso, aunque la situación es la que es (y con los acontecimientos tan drásticos de las últimas semanas), y los datos económicos lo están confirmando todos los días, debemos afrontar la crisis con valentía y con la convicción de que sólo una actitud positiva nos hará salir antes de ella, porque existe una base muy sólida para ello: en educación, en preparación de nuestros jóvenes, en experiencia económica y empresarial, y tantos otros valores positivos que tenemos.

En los momentos de dificultad es precisamente cuando debe aprovecharse para acometer las reformas en el sistema que refuercen sus puntos débiles, de modo que aprendamos de los errores pasados.

Para afrontar la actual situación con optimismo realista, podríamos recordar aquellas épocas de nuestra infancia donde, con muchos menos recursos y bienes materiales que los actuales, éramos felices con cualquier cosa: con una partida de cartas o de chavos, o una vuelta en bicicleta, o con un sencillo partido de futbito o de baloncesto, o con una mirada y una sonrisa recíproca cómplice a la chica o el chico que nos gustaba.

O, también, si observamos la actitud ante la vida de otros pueblos menos desarrollados que nosotros, a quienes no les afecta tanto actual crisis, pues se han acostumbrado a vivir con mucho menos, y por tanto ahora no tienen tanto que perder. Por eso en países como La India la gente no pierde nunca la sonrisa, pues no tienen que pensar en hipotecas, en vacaciones a lugares exóticos, en marcas de ropa, y en tantas otras recientes costumbres prescindibles de nosotros occidentales.

Igualmente nos puede servir como ejemplo de valentía la actitud de muchos de nuestros jóvenes, que practican deporte y tienen hábitos sanos, y sacrifican su tiempo de ocio para poder prepararse bien para el futuro, y para legar a nuestros hijos un mundo más saludable y con un entorno más cuidado.

Es tiempo de olvidar los lenguajes caducos de algunos mítines políticos, que incitan a la confrontación en lugar de a la tolerancia, y de contemplar el futuro con realismo, pero con el optimismo que es innato en el ser humano. Con las ganas de recuperar el impulso vital que todos llevamos dentro de nosotros, y de sacar a la luz los valores más hermosos del ser humano: la solidaridad, el amor, la creatividad y la valentía, la cooperación entre pueblos y entre individuos, la lealtad, el trabajo y el esfuerzo.

En España debemos hacer nuestro el lema de la Convención de Boston y ponerlo en práctica, como lo está haciendo ya el Presidente Obama desde que asumió su cargo en enero: porque soy realista, soy también optimista.

PARA SALIR DE LA CRISIS, REINVENTEMOS LOS GOBIERNOS

Se suele afirmar en la vida que en los momentos de crisis y de dificultad es cuando se demuestra la capacidad de reacción y la valentía de las personas, y también cuando se emprenden los cambios y las transformaciones más importantes. En las últimas semanas se están adoptando medidas económicas muy drásticas, con unos recortes que afectan a las capas sociales más débiles y a las clases medias, que son la base social del actual Gobierno, pero que no son la solución a la gravísima situación a la que nos enfrentamos, pues el problema de fondo que tenemos es que contamos con un sistema en general ineficiente y que necesita unas reformas radicales y drásticas. Pero los más débiles no son quienes deben ser quienes paguen la crisis.

Como alternativa a esa forma de actuar, si queremos seguir contando con Gobiernos que se ocupen de la prestación de los servicios esenciales (educación, sanidad, servicios sociales, construcción de infraestructuras…), y mantener a la vez nuestro modelo social europeo, debemos reinventar nuestros Gobiernos, haciéndolos más eficientes y productivos, con una valoración social mucho mayor de la función pública (pues debemos recordar que a la Administración se llega por oposición y que existen muchos funcionarios eficientes y con una gran preparación).

En Estados Unidos se habla desde hace décadas de la reinvención de los Gobiernos (véase la conocida obra, con este mismo título, de Ted Gaebler y David Osborne, que ha influido en las Administraciones norteamericanas de las dos últimas décadas).

En España, salvando las distancias con Norteamérica, en los últimos 30 años la Administración ha crecido notablemente, y hemos pasado de ser el país europeo con menos intervención estatal a ser hoy uno de los Estados con más burocracia.

Este hecho supone, en términos económicos, un coste que es difícilmente asumible en una situación actual de dificultad económica, y que para la competitividad de nuestra economía, es un lastre que es preciso corregir.

Otros países, como algunas de las llamadas naciones emergentes, cuentan con burocracias en general más ágiles que la nuestra y, por este motivo, están mucho más preparados para competir en la economía globalizada actual, basada en las nuevas tecnologías y en los nuevos sectores emergentes, como las energías renovables, los servicios sociales y otros de alto valor añadido.

Aragón y España deben ser conscientes de este impresionante reto de reforma administrativa que tenemos por delante, porque una Administración lenta y demasiado intervencionista es un obstáculo para el desarrollo.

Por el contrario, un Gobierno y una Administración eficientes son una garantía de impulso para la economía y para la sociedad, pues no podemos afrontar los grandes retos que tenemos en este siglo XXI con un aparato burocrático propio en muchos casos del siglo XIX.

Existen muchos ejemplos de Administraciones eficaces y de servicios que sí se están adaptando muy bien a estos nuevos retos, porque debemos decir con claridad que lo público es necesario para el correcto funcionamiento de nuestro sistema, y para que los valores europeos de la democracia social que ya instauramos en el viejo continente a partir de 1945 continúen teniendo pleno vigor.

El reto que tenemos por delante es enorme, pero por este mismo motivo, todos los Gobiernos sin excepción deben tener la valentía y la capacidad de decisión suficiente para emprender una auténtica reinvención y reestructuración, y aprovechar el talento y la preparación de muchos de sus funcionarios, que están esperando que los responsables políticos actúen como ejemplo y revulsivo de una situación que debe cambiar de inmediato, para tener el Gobierno moderno del siglo XXI que nos merecemos.

César Ciriano Vela. Presidente de Fundiniciativas.

domingo, 30 de mayo de 2010

Pinilla no habla... de su familia. DESECHA DIMITIR

Publicado 28/05/2010
Por:ENRIQUE ABENIA (HA)




La Alcaldesa Muelana tuvo que afrontar el pleno de ayer tras la detención de su hermana y sus dos hijos.



Nuevo pleno en La Muela, misma expectación mediática y ambiente crispado desde que se destapó la Operación Molinos. María Victoria Pinilla afrontó la sesión de ayer con la detención por presunto blanqueo de capitales de dos de sus hijos y su hermana publicada en la prensa, hecho que dejó en un segundo plano el principal punto del día: la toma de posesión de la sustituta de Miriam Fajardo, la que fuera primera teniente de alcalde. No habló al respecto, pero puso énfasis en la idea que mantiene desde que salió de prisión. "No voy a dimitir", volvió a decir desafiante.

La Alcaldesa Muelana desayunó con la evidencia de que la detención de Jorge y Antonio Embarba Pinilla y María Dolores Pinilla, que quedaron en libertad con cargos, había trascendido. Es probable que le sentara mal el café, pero aparentó normalidad cuando bajó las escaleras hacia la planta calle del Consistorio acompañada por los suyos. Lanzó un "buenos días a todos" dirigido a los periodistas, cámaras y fotógrafos que se acercaban a ella dispuestos a hacer la pregunta del millón: ¿qué vínculos tiene su familia con la trama de corrupción?

Nadie llegó a pronunciar esas palabras. Mariví y su séquito caminaron con paso rápido hacia el salón de sesiones y no dieron oportunidad alguna. A la sala también entraron varios vecinos, pocos pero muy activos. Los aplausos (a la alcaldesa o la portavoz de la oposición), las críticas, los murmullos y los reproches, melodía habitual de los plenos anteriores, se repitieron durante la hora que duró la sesión.

El duelo dialéctico, cruces de acusaciones incluidos, entre la primera edil y Marisol Aured, concejala del PP, vivió ayer su penúltimo episodio. El inicio del pleno, con cinco minutos de retraso, hacía presagiar un 'combate' intenso. La representante popular pidió que le retiraran una maceta colocada en su lado de la mesa, a lo que Pinilla contestó "no hay problema". Se levantó y la quitó, posiblemente mordiéndose la lengua, que no tardó en soltar.

El micrófono

El clímax del enfrentamiento surgió en las proposiciones, ruegos y preguntas. Aured, que bromeó con que el cable del micrófono no le llegaba, por lo que había que comprar uno ("parece que no se quiere oír a la oposición", apuntó), exigió la dimisión de Pinilla. Argumentó su petición en que seis personas de la lista del PAR en las municipales de 2007 habían renunciado a ocupar el puesto de concejal de Fajardo (Eloy Rico, Antonio Mosquera, Santiago Albero, María Antonia Mateo, Raúl Sánchez Rodríguez y Jorge Manuel Laviña). "Hasta los tuyos dudan de tu presunción de inocencia", afirmó entre aplausos. Mientras, la aludida esbozaba una sonrisa.

La regidora justificó la negativa de esas seis personas alegando que "a menos de un año de las elecciones, y con trabajos estables, es difícil que quieran". Añadió que Carmen Caraballo Ortega (cuyo primer apellido, por cierto, estaba mal escrito en la nota del orden del día), la última de la lista aragonesista, no tiene ese problema de conciliación, así como que sus compañeros de lista habían aprobado la elección de la edil.

Después de resaltar que no dimitirá, aseveración envuelta en aplausos, solo condicionó esa posibilidad a que la inhabilite un juez o decida retirarse. Lamentó que "no pase nada en este país" por las supuestas irregularidades de José Bono, presidente del Congreso, y sí porque la acusen de haber conseguido patrocinadores para el deporte en vallas publicitarias. Y destacó que se marcharía por su familia si creyera que tiene "la más mínima culpabilidad".

Previamente, Caraballo fue nombrada concejala tras prometer su cargo sin que hubiera presente un ejemplar de la Constitución. Resultó curioso que, a modo de consejo, la alcaldesa dedicara a la edil una fábula sobre una serpiente y una luciérnaga extraída de una hoja parroquial. El reptil perseguía al insecto porque no soportaba verle brillar. ¿Una metáfora sobre la envidia? Pinilla comentó a Caraballo que tuviera "mucho cuidado" a partir de ahora.

Una vez concluyó el pleno, Pinilla, 'escoltada' por Ana Cristina Mateo, abandonó el salón rauda y veloz, sin hacer declaraciones. El marido de Aured vociferó porque quería hablar con ella, si bien la alcaldesa le instó a que para eso acudiera a la secretaria.




Ver noticia original [ aquí ]

martes, 25 de mayo de 2010

Barack Obama y España

FUNDACIÓN CIENCIAS DE LA DOCUMENTACION
Administración y Gobierno
Publicado el 25 de Mayo de 2010



César Ciriano Vela

Presidente de Fundiniciativas.
Abogado





Mucho se ha hablado en este casi año y medio en que Barack Obama lleva en la Casa Blanca, en donde se ha producido un giro de ciento ochenta grados en las relaciones entre España y Europa y nuestros amigos y aliados norteamericanos.

La reciente llamada de Obama al presidente Zapatero para recordarle que España debía acometer reformas radicales en su economía y en sus finanzas públicas para afrontar con garantías la actual situación de brutal crisis económica que padecemos me ha hecho reflexionar sobre un aspecto en la forma de actuar del estadounidense que a continuación relataré.

En una conferencia que nos impartió Alana Moceri (presidenta del Partido Demócrata en España desde 2004 hasta 2009) el pasado 16 de septiembre en Zaragoza por invitación de Fundiniciativas, se reflexionó y debatió sobre las diferencias entre el sistema político estadounidense y el español, y cómo fue posible, en el otro lado del Atlántico, que millones de personas apostaran por un presidente que rompía barreras en cuanto a estilo y programa político, raza y clase social.

Y, sobre todo, por primera vez en la historia, una campaña política se desarrolló en una parte importante a través de Internet y las nuevas tecnologías de la información, atrayendo hacia la política a nuevas capas sociales que de otro modo no habrían participado en unas elecciones.

Con este modo de actuar, el Partido Demócrata norteamericano y, con ello, la política de este país, se abrió notablemente a la sociedad, y se creó un movimiento de varios millones de voluntarios, que en estos meses de presidencia de Obama han vuelto a ser movilizados.

Salvando las distancias en cuanto a cultura política entre España (y Aragón) y Estados Unidos, podemos llegar a una conclusión clara, pues la nuestra también es una sociedad occidental que utiliza cada vez más las nuevas tecnologías: es posible abrir el sistema político a través de Internet, y conseguir que los tradicionales y anquilosados mecanismos electorales se renueven y modernicen, y se consiga con ello abrir la política a los ciudadanos y a la sociedad.

En Aragón y en España es preciso acometer una renovación y una regeneración en las formas de hacer política, que den a ésta una mayor transparencia y la conviertan en mucho más participativa y abierta.

Resulta asombroso, por ejemplo, que en la web de las Cortes de Aragón o del Ayuntamiento de Zaragoza no exista un modo directo de enviar sugerencias e ideas a nuestros representantes políticos, como sí puede hacerse, por ejemplo, en las páginas del Congreso y del Senado (donde además se publica por ejemplo la declaración de bienes e intereses de cada diputado).

Este enorme déficit de transparencia y de relación entre cargos públicos y electores, que hoy tenemos en Aragón y en España, se plasma en una deficiente calidad de nuestra democracia, de modo que los problemas y preocupaciones de los ciudadanos no llegan de un modo eficaz y rápido a los políticos.

Es preciso por ello una transformación de nuestro sistema político, que debe introducir nuevos mecanismos de participación política y de relación directa entre electos y electores, y que a la larga ello suponga también un cambio en el sistema electoral y en las formas de actuar en política.

En tiempos actuales de crisis económica tan profunda que vivimos hoy, estos cambios resultan si cabe aún más necesarios, pues es precisamente en momentos como éstos cuando los políticos deben dar todavía más ejemplo a la ciudadanía, de transparencia y de cercanía hacia sus problemas.


Noticia original, aquí

sábado, 15 de mayo de 2010

Nuevo miembro de la Corte Suprema en EEUU

Barack Obama se ha decidido en la elección de Elena Kagan para ser miembro de Corte Suprema de Estados Unidos.
Puedes ver la noticia en el blog de la Casa Blanca

Pincha aquí para ver la noticia original de la web de la Casa Blanca.

miércoles, 28 de abril de 2010

CONTROL DEL GOBIERNO ECONOMICO Y SEPARACION DE PODERES


César Ciriano Vela
Presidente de Fundiniciativas. Abogado

Aunque sus precedentes clásicos se encuentran en la obra de Aristóteles Política, la moderna teoría de la separación de poderes tuvo como punto de referencia la publicación, en la Ginebra ilustrada de 1748, de la obra del Barón de Montesquieu El Espíritu de las Leyes, que introduce en el Continente europeo estas ideas, que ya habían comenzado a aplicarse en Inglaterra tras la Revolución Gloriosa de 1688, y que posteriormente (como describe con gran agudeza Alexis de Tocqueville en 1835 en su conocido ensayo La democracia en América) los estadounidenses incluyeron en su declaración de Independencia de 1776 y en la Constitución de 1787.

Se trata del conocido sistema de checks and balances (el legislativo controla al ejecutivo y al judicial, y estos últimos se controlan a su vez mutuamente), en donde ningún poder del Estado goza de libertad absoluta, y se encuentra sometido a un conjunto de límites que pretenden conseguir el control del ejercicio público de las potestades y evitar la existencia de abusos y con ello limitar la natural tendencia del ser humano a abusar del poder cuando dispone de él (en la terminología de Thomas Hobbes en su conocido ensayo El Leviatán de 1651).

Este mecanismo de checks and balances se ha venido aplicando también a la actuación del Gobierno y la Administración, de modo que éstos por una parte han contado con un poder de intervención acrecentado en Occidente tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 y la creación del Estado social o Estado del bienestar (Welfare State).

Pero, al mismo tiempo, se ha aplicado un sistema de control (judicial, parlamentario, financiero, social y de otros tipos –a través de la opinión pública, etc-) sobre la actuación gubernamental en los distintos terrenos.

En este escenario general que acabamos de describir, en el ámbito de la intervención pública en la economía es donde resulta más difícil aplicar los principios de la división de poderes y de los controles sobre la actuación gubernamental, y donde la discrecionalidad administrativa resulta más difícil de reducir y controlar (sobre ello, y las posibles medidas a adoptar, puede verse mi libro Administración económica y discrecionalidad, Lex Nova, Valladolid, 2000).

Ello se debe a que en la intervención pública en la economía existen unas circunstancias especiales que favorecen que el principio de legalidad y el de Estado de Derecho deban operar aquí de un modo más flexible que en el resto de sectores de actuación pública: la existencia de circunstancias económicas cambiantes y dinámicas (épocas de crisis y de bonanza), la necesidad de sigilo y discreción con la que deben adoptarse muchas medidas económicas (por ejemplo, financieras, bancarias y crediticias…), o el carácter negociado y pactado de muchas decisiones a adoptar y la necesidad de ponderar entre los muy complejos intereses que normalmente entran aquí en juego.

Como contrapunto a esta situación, las empresas y los demás agentes económicos necesitan, en sus relaciones entre ellas y con la Administración, contar con un marco jurídico estable que les otorgue un grado suficiente de seguridad jurídica que les permita poder canalizar adecuadamente sus intereses y sus aspiraciones.

En este contexto que acabamos de describir es donde deben analizarse las distintas medidas adoptadas por los Gobiernos (y objeto de debate en las recientes reuniones del G-20, G-7, Davos y sus foros alternativos, Cumbre de Copenhague sobre el clima, etc) para hacer frente a la actual situación de crisis económica: la adquisición de activos de entidades financieras y crediticias, las ayudas a empresas en situaciones de dificultad, o la puesta en marcha de incentivos fiscales, entre otras.

Sobre el fondo de la situación actual de recesión económica, si comparamos la actuación de los Gobiernos en la última década con los principios de checks and balances de la división clásica de poderes antes expuestos, podemos apreciar que se ha producido un claro fallo en el sistema de controles sobre la actuación gubernamental y en la supervisión de los distintos poderes públicos sobre las irregularidades e ineficiencias cometidas por las empresas y agentes económicos privados en general.

Y al no funcionar de modo correcto este sistema de controles, los responsables políticos no sólo no han sido capaces de evitar y prevenir la actual situación de crisis (cuyos efectos habrían sido mucho menores en el caso de haber operado con eficacia el checks and balances en el ámbito de la regulación económica), sino que una vez que ésta ha comenzado, se ha agravado con gran rapidez ante la ausencia de un poder público fuerte y equilibrado que pudiera servir de contrapunto a los fallos del mercado.

Ante esta situación, la conclusión a la que puede llegarse es que es preciso reforzar , en el ámbito mundial y en cada Estado en particular, los mecanismos de supervisión y control sobre los distintos agentes (públicos y privados) que actúan en el ámbito económico: gobiernos y administraciones, consejos de administración de las empresas, y empresarios individuales y consumidores en general. Y, con ello, debe también reducirse la discrecionalidad con la que cuenta la Administración hasta unos límites que sean razonables, con el fin de lograr una mayor eficiencia económica y también controlar mejor la corrupción gubernamental y de las empresas.

En particular, deberían reforzarse los controles jurídicos sobre la intervención de los gobiernos en la economía, con medidas como la simplificación normativa y una mayor claridad en el contenido de las reglas económicas y el reforzamiento de los órganos jurisdiccionales y de los controles internos dentro de la propia Administración.

Al mismo tiempo, los demás controles sobre el poder público (control parlamentario, control social –a través de la opinión pública y los medios de comunicación-, control financiero –con órganos como las cámaras de cuentas- y de otros tipos) también deberían mejorarse, otorgando un protagonismo y un poder mayor a estos mecanismos de supervisión complementarios del control jurídico.

Porque si los Gobiernos y las empresas cuentan con reglas del juego más claras, se podrán adoptar medidas más eficaces para poder afrontar con garantías la actual situación de crisis económica y, al mismo tiempo, se establecerán las bases para que en el futuro puedan detectarse y corregirse a tiempo situaciones como las que estamos viviendo en la actualidad.

jueves, 15 de abril de 2010

GARRIGUES CREE QUE LA PELEA POLITICA Y LA CORRUPCION SUBIRAN LA FACTURA DE LA CRISIS

Lejos de pronosticar fechas sobre el final de la crisis económica, Antonio Garrigues Walker, presidente del despacho que lleva su nombre, se centró ayer en el cómo salir de la caída en barrena que han sufrido muchs países, entre ellos España.

En la jornada inaugural de la décima edición del Foro Pilot 2010, Garrigues fue tajante al afirmar (ante más de 900 asistentes que llenaron el Salón de Actos de Feria de Zaragoza) que "la falta de consenso y la corrupción (España ha pasado del puesto 18 al 25 en la clasificación mundial) elevarán la factura de la crisis" en España.
"El exceso de radicalización política tiene un coste muy alto", aseguró. E incluso añadió que " no nos merecemos el trato que los españoles recibimos por parte de las instancias políticas". En este sentido aludió a la necesidad de alcanzar pactos de Estado en materias como la justicia, la educación y un acuerdo social, que consideró muy importante para articular una salida de la crisis.

Garrigues, no obstante, se mostró convencido de la salida de la crisis, pero instó a buscar soluciones de forma ágil.



Os dejamos toda la información de una manera más extensa y completa en: http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=574350